La situación de extrema gravedad fue controlada por la Policía Militar de Brasil. Dos de los 17 rehenes resultaron heridos de bala y fueron rápidamente trasladados al hospital local de Río de Janeiro,
Gendarmes demoraron el paso de un colectivo de larga distancia perteneciente a la empresa Crucero del Norte en la Ruta Nacional 14. Los ejemplares viajaban amontonados en recipientes plásticos descartables con agujeros para que puedan respirar. La fiscalía rural ordenó la detención del pasajero que llevaba varios bolsos.