Amalia Granata se puso furiosa cuando se enteró que este jueves dos integrantes de su bloque votarán con el oficialismo el proyecto de reforma Constitucional que impulsa Pullaro.
La periodista había tomado la bandera de la oposición con la reforma previsional y judicial y ahora pretendía explotar al máximo ese rol tras el acuerdo de Perotti y Pullaro, que anticipó este medio.
Sin embargo, el tratamiento de la reforma se dilató una semana y a Granata se le superpuso con una visita al Vaticano donde tenía acordada para este miércoles una reunión privada con el Papa Francisco que se organizó en secreto absoluto y que pudo adelantar La Política Online.
Poco tiempo despues de salir de las oficinas del Papa, acompañada de su marido Leo Squarzón y sus hijos, Amalia se enteró que dos diputados de su bloque habían desertado y se preparan para votar a favor de la reforma.
La semana pasada, Granata denunció públicamente que el oficialismo quería «comprar» los votos de su bloque y por lo bajo, apuntaba a los legisladores en cuestión: el ex corredor de autos Fido Porfiri y el ex radical Omar Paredes, quien ya había dado señales evasivas cuando se abstuvo en la reforma judicial mientras que el resto del bloque votó en contra del proyecto oficial.
Lo cierto es que ahora Amalia informó en su bloque que expulsará a los «traidores» y que además avanzará con una denuncia penal para que se investiguen supuestos sobornos, dijeron fuentes de la bancada a LPO.