El encuentro entre ambos presidentes tendrá lugar este martes en Río de Janeiro, donde se realiza la cumbre del G20. En diálogo con Crónica, dos analistas internacionales explicaron las razones del cambio de postura de Milei.
El anuncio llegó a través del vocero Manuel Adorni. «El Presidente participará de una reunión bilateral con su par chino Xi Jinping en el marco de la cumbre del G20″, señaló el último sábado desde sus redes sociales.
Su mensaje fue la confirmación del giro diplomático (y pragmático) de Javier Milei. El encuentro será este martes en Río de Janeiro, donde se lleva a cabo el foro internacional que reúne a 19 países, la Unión Europea y la Unión Africana. Lejos parecen haber quedado los tiempos de campaña en que el libertario era entrevistado por el periodista estadounidense Tucker Carlson y descartaba «hacer negocios con China».
«Soy un defensor de la paz y la democracia. Los comunistas no entran ahí. Los chinos no entran ahí», reafirmaba.
¿Cómo se explica este cambio de postura de Milei? ¿Qué razones hay detrás? “Es un desengaño de la sobreactuación que hizo con tantos viajes a Estados Unidos y no logró gestos concretos en materia de inversiones. Si uno analiza el mensaje subliminal de sus últimas entrevistas, él comentó que China ‘no exige nada’, en clara referencia a que hay un país que le pidió cosas y, evidentemente, no le dio lo que esperaba. Incluso, dijo que ‘lo único que piden los chinos es que no los molesten’. Son características de la diplomacia que él desconocía y ahora empezó a descubrir”, explicó Patricio Giusto, director del Observatorio Sino-Argentino.
«De ahí viene este giro de Milei con China. Y también hay algo genuino en el hecho de haberse dado cuenta que es una relación importante y, más allá del swap de monedas, hay oportunidades en otros planos», analizó en diálogo con cronica.com.ar.
Por su parte, Sebastián Schulz, licenciado en Sociología por la Universidad Nacional de La Plata e investigador sobre China y Geopolítica, atribuyó este giro cambio de Milei a «factores de la política nacional e internacional». «Lo que sucede -continuó- es que hay una visualización acerca de las dificultades del norte global de proveer bienes públicos y financiamiento para políticas de desarrollo o para sostener la macroeconomía argentina. Los préstamos, el financiamiento o la ayuda económica que el Gobierno esperaba de EE.UU. no están llegando. Incluso, no hubo demasiados guiños por parte del Fondo Monetario».
«Lo que hace Milei, ya sea por una estrategia para negociar con el FMI con otra espalda, o porque ve que esa ayuda no va a llegar, es recostarse en algunos países emergentes y en desarrollo como China», afirmó Schulz a ser consultado por cronica.com.ar.
Un punto clave en el cambio de postura de Milei fue el acuerdo con China para renovar el tramo del swap de monedas vigente por casi 5.000 millones de dólares, lo que quitó tensión a las reservas del Banco Central. Además, en los últimos días hubo avances para reanudar las obras de construcción de las dos represas en Santa Cruz.
Y el secretario de Coordinación de Producción del Ministerio de Economía, Juan Pazo, viajó a Shanghai y Beijing para promover el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). El objetivo fue obtener mayores desembolsos de ese país en litio y fondeo para infraestructura y otros recursos estratégicos.
«En China causó sorpresa para bien este giro diplomático de Milei. Ahora hay un clima de mayor optimismo y buenas expectativas acerca que, si el Presidente quiere aprovechar todo lo que hay en la relación, se puede», expresó Giusto desde ese país, donde se desempeña como profesor visitante de la Universidad de Zhejiang.
Esta actitud del jefe de Estado contrastó con lo que fueron los primeros meses de sus gestión en el ámbito de la relación bilateral. “Se perdieron oportunidades estratégicas en el comercio con China. No sólo aquellas que están planteadas en el memorándum de entendimiento mediante el que Argentina ingresó a la Franja y la Ruta de la Seda, sino también en la membresía al bloque de los BRICS”, recordó Schulz.
«Allí, por ejemplo, podría haber accedido a la conformación de una bolsa de cereales para comercializar en términos preferenciales con los principales consumidores de alimentos del mundo, sobre todo China. O incluso, escapado al dólar y a lo que significa la escasez de dólares mediante la provisión de otras monedas que están creciendo en su peso a nivel global», agregó.
La expectativa, ahora, se enfoca en la reunión que Milei y Xi Jinping tendrán en el G20. «El gobierno chino estaba bastante molesto, pero también tiene fuerte predisposición a continuar trabajando con la Argentina, porque entiende que los gobiernos son circunstanciales y que para ellos la relación con el Estado argentino es estratégica», consideró Schulz, en la previa del primer encuentro entre ambos mandatarios.
Y Giusto resumió: «Algunos puntos ya se han ido resolviendo, pero China espera concreciones para resolver los temas críticos del vínculo. Hay muchas cosas firmadas del acuerdo de la Franja y la Ruta de la Sede de 2022 en las que no se hizo nada. Sólo están en los papeles y podrían reactivarse a partir de ahora».