El esperado encuentro entre el Presidente y su par chino estaba previsto para principios de 2025; sin embargo, se adelantó por iniciativa del canciller Werthein. Este gesto fue bien recibido por empresarios internacionales.
Javier Milei finalmente terminará concretando el giro pragmático que desde distintos sectores de la política y la economía argentina le pedían. Se reunirá con el presidente chino, Xi Jinping, en el marco de la Cumbre del G20 en Brasil.
Este encuentro, a pesar de las frecuentes críticas hacia el comunismo y el llamado del propio Milei a conformar un eje conservador a nivel global, responde a las necesidades económicas y comerciales que la Argentina enfrentará en un futuro inmediato.
El hiperproteccionismo que probablemente establecerá Donald Trump cuando el 20 de enero vuelva a tomar el control del Salón Oval en la Casa Blanca, hace que el resto de los países del mundo empiecen a explorar nuevas vías y socios comerciales para ubicar sus productos en el exterior. Tal es el caso de la Argentina con China.
Cuando asumió el mandato, Milei fue muy crítico del gobierno de Xi Jinping -incluso prometió cortar vínculos presidenciales-, pero rápidamente entendió que necesitaba seguir una relación cordial para mantener los múltiples lazos de distintos niveles públicos y privados que existen actualmente con China.
Esto no significa un alejamiento de la política exterior argentina sobre el vínculo con Estados Unidos, sino un redireccionamiento pragmático en materia comercial.
Un ejemplo concreto que citan distintas fuentes diplomáticas consultadas por TN, data de 2018, cuando pese al buen vínculo de Donald Trump con el entonces presidente argentino, Mauricio Macri, el mandatario norteamericano aplicó una serie de aranceles al acero y aluminio que repercutieron negativamente en las exportaciones de la Argentina a Estados Unidos.
En medio de una ola proteccionista de la industria norteamericana, Estados Unidos también aplicó nuevos aranceles para los productos chinos. Como respuesta, Beijing colocó tasas a la soja norteamericana y eso le abrió la puerta a la Argentina a aumentar el flujo de exportación de soja hacia el gigante asiático, algo similar puede llegar a ocurrir en enero del próximo año.
En rigor, Trump prometió incrementar los aranceles, sobre todo en los productos chinos. EE.UU. busca proteger la industria norteamericana con aranceles y una exención impositiva de la fabricación cien por ciento estadounidense.
Esta reunión venía siendo reclamada por distintas vías políticas y diplomáticas desde Beijing como gesto de paz por parte de Javier Milei. Un acercamiento que ya había empezado a través de la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, quien se reunió con el embajador chino en la Argentina meses atrás y empezó a planificar la reunión con el jefe de Estado del gigante asiático. Sin embargo, fue el canciller Gerardo Werthein quien terminó de ultimar detalles para que se logre el ansiado encuentro la próxima semana.
Los empresarios del mundo celebraron esta decisión de Milei de reunirse con su par chino en el G20 y entienden que es un saludable giro pragmático pensando en la necesidad de la Argentina de abrir nuevos vínculos comerciales o ampliar los ya existentes.