El Presidente acusó a los simpatizantes de su principal rival de tomar medidas de fuerza que atentan contra la economía del país y buscan la ruptura del orden público
Luis Arce se pronunció este viernes tras conocerse que varios grupos que responden a Evo Morales irrumpieron en al menos tres cuarteles militares en el Trópico de Cochabamba y aseguró que su accionar constituye un delito de traición a la Patria.
En un mensaje publicado en sus redes sociales, el mandatario comenzó denunciando la medida de fuerza encabezada por estos grupos violentos sobre tres sedes castrenses en el bastión político de Morales -donde tomaron “rehenes a militares y a sus familias” y amenazaron sus vidas– y los acusó de atentar contra la paz y la estabilidad de Bolivia.
“La toma de una instalación militar por grupos irregulares en cualquier lugar del mundo es un delito de traición a la Patria, una afrenta a la Constitución Política del Estado, a las Fuerzas Armadas y al propio pueblo boliviano, que rechaza de manera contundente los bloqueos criminales de Evo Morales, así como estas acciones delincuenciales”, comenzó apuntando Arce en el escrito en el que destacó que, además, las víctimas de esta situación “son de origen popular, y muchos también tienen raíces indígenas originarias, como los policías a quienes estos grupos irregulares están disparando con armas letales y lanzando dinamitas”.
“Ellos no intervienen en ningún operativo, solo están resguardando sus unidades”, defendió.
También, advirtió que los evistas se hicieron con almacenes de armamento militar, “lo que se constituye en un acto criminal absolutamente condenable que dista mucho de cualquier legítima reivindicación social del movimiento indígena originario campesino”.
A continuación, Arce recordó que tanto estas acciones como los bloqueos de caminos, que llevan ya 19 días, “estrangulan económicamente al pueblo boliviano, a trabajadoras y trabajadores, a naciones indígenas originarias campesinas, a productores pequeños, medianos y grandes, del campo y la ciudad, buscando la ruptura del orden público legalmente constituido y de nuestra democracia, con el único objetivo de acortar nuestro mandato, imponer una candidatura inconstitucional y lograr impunidad en procesos judiciales”.
No obstante, el mandatario aseguró que su “Gobierno democráticamente electo” no se dejará intimidar por el avance de estas facciones y se mantendrá firme en sus tareas para “restablecer el orden público, precautelando la vida de las bolivianas y bolivianos, la paz social, así como el derecho del pueblo al libre tránsito, al trabajo, al acceso a combustible, alimentos y medicamentos”.
Este viernes por la mañana, un grupo de seguidores del cocalero irrumpió en el regimiento Cacique Juan Maraza, en Cochabamba, y tomó las instalaciones y a su personal para exigir el cese de los operativos policiales en los caminos. Según denunció uno de los oficiales, unas 2.000 personas ingresaron por la fuerza al sitio.
“Nos han tomado como rehenes. La vida de mis instructores y soldados está en peligro. Por favor, mi general, pido que puedan considerar… estamos padres, hijos, hermanos de familias enteras”, se lo escucha decir en un video grabado por uno de los líderes de la toma, en el que pide por una “pronta solución” a la crisis y que “no se intervengan los bloqueos en Parotani”.
Con el correr de las horas, la prensa local también informó de intentos de tomas en el Regimiento de Infantería RI-21 “Cnl. Epifanio Ríos” y en la Base Naval de Puerto Villarroel, ambas en Cochabamba, aunque en estos casos los militares a cargo lograron impedir su avance al asegurar que “no vamos a usar las armas” en su contra.