Roberto García Moritán como tantos otros que entraron a la política criticando a la casta reprodujo en menos de un año todos los vicios que criticaba, al extremo de terminar enfrentando una investigación de la justicia federal por explotar de ñoquis el ministerio de Desarrollo Económico porteño que le tocó administrar.
La causa a cargo de la jueza María Servini de Cubría y el fiscal Carlos Stornelli fue la gota que terminó de convencer a Jorge Macri que tenía que pedirle la renuncia. Su ministro libertario ya venía golpeado por una pésima gestión, cruzada de acusaciones de empresarios indignados con los pedidos de retornos, internas con su ex mano derecha Yamil Santoro y en medio de un escándalo mediático con Pampita por supuestas infidelidades.
Pero Moritán para sorpresa del jefe de Gobierno decidió no renunciar y ahora dice que sólo daría un paso al costado si lo llama Mauricio Macri. «Yo el acuerdo para bajar mi candidatura y apoyar a Jorge lo hice con Mauricio, así que para irme me tiene que llamar él», dice el todavía ministro.
El problema es que según confirmaron a LPO fuentes cercanas al ex presidente, Macri está furioso con Moritán porque dos empresarios amigos le comentaron que recibieron pedidos impropios por parte de la dependencia que conduce el marido de Pampita.
Moritán también enfrenta otro escándalo, revelado en exclusiva por LPO: Su ministerio le compró armas no letales a Bersa desoyendo la instrucción de Jorge Macri de comprar las italianas Beretta. El detalle es que esa empresa argentina por la que se inclinó Moritán tiene a su hermano de director. El conflicto de intereses en esta compra millonaria es flagrante y en el gobierno porteño temen una nueva denuncia.
La causa de los ñoquis, como reveló LPO, explotó por la guerra de Moritán con Yamil Santoro, que hasta que se pelearon funcionaba como su cajero. De hecho, en el Ministerio de Desarrollo Económico afirman que el joven libertario fue el primero en poblar de ñoquis y familiares la estructura del Estado, al punto que en el barrio de Barracas los denominan los «republichorizos», en referencia al partido Republicanos Unidos, que fundó junto a Moritán.
Santoro sucedió a Moritán en la banca de legislador porteño cuando este asumió como ministro y esto es parte de la investigación de la justicia federal (ver documento adjunto) porque habrían detectado familiares y militantes con cargos simultáneos en ambas dependencias.
El bochorno en el que se transformó la gestión de Moritán y el escándalo mediático de sus problemas conyugales fue aprovechado incluso por asociación de Inquilinos Agrupados que no le perdona que se haya opuesto a su proyecto para que las viviendas ociosas deban ofrecerse en alquiler, como hacen Berlin o Barcelona.
«Si te echaron de tu casa te damos asesoramiento legal gratuito, zapato», le dedicaron los inquilinos agrupados.