La campaña electoral estadounidense entró en un terreno peligroso. A menos de dos meses de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, el segundo intento de asesinato sufrido el domingo por Donald Trump, según la investigación llevada adelante por el FBI, eleva el nivel de violencia de una sociedad que no solo está dividida por dos modelos diferentes de país, sino también por el fanatismo.
La grieta es más grande que nunca. Pero ese extremismo, impulsado por las “fake news” y discursos de odio, están creando un caldo de cultivo propicio para un estallido que podría sacudir los cimientos del poder político.
“Este es el nuevo nivel de la política estadounidense”, dijo a TN el estratega político norteamericano Luis Alvarado.
El 13 de julio fue el primer aviso cuando un tirador disparó contra Trump y lo hirió en una oreja en un acto en Pensilvania. El domingo, hubo disparos cerca del campo de golf de Palm Beach, en la Florida, donde el expresidente y candidato republicano pasaba la tarde practicando su deporte favorito. Un sospechoso fue detenido con un rifle AK47. El FBI investiga el hecho como un intento de asesinato.
Nadie recuerda dos intentos de magnicidio en la misma campaña electoral estadounidense en los últimos tiempos.
Las “fake news” alimentan el odio y la violencia en plena campaña electoral
El clima de violencia no viene de la nada en una sociedad armada. Mientras un hombre se preparaba para disparar contra el magnate neoyorquino en la Florida, lejos de allí, en Ohio, la comunidad haitiana se atrincheraba en sus casas. Vive una pesadilla desde que Trump afirmó durante el debate del martes 10 con Kamala Harris que en la ciudad de Springfield los inmigrantes se comían a las mascotas de los vecinos. En concreto, perros y gatos.
En la última semana, varias escuelas y edificios tuvieron que cerrar por amenazas de bomba. En las redes sociales se viralizaron imágenes de “barbacoas” de perros. La Universidad local de Wittenberg pidió “precauciones extremas” a su cuerpo estudiantil después de recibir una amenaza de tiroteo en el campus “dirigido a miembros haitianos” del alumnado.
La versión de Trump, respaldada por su candidato a vice, JD Vance, fue desmentida hasta el hartazgo por autoridades y medios locales. Pero este domingo, Vance se negó a retractarse y fue por más: dijo que hay al menos 10 hechos “verificables”. Además, elevó la apuesta: aseguró que los inmigrantes también se comen a los gansos de los estanques públicos. En ese marco, dijo que esta situación es culpa de las “políticas laxas” sobre inmigración del gobierno demócrata.
“Todo el mundo que ha lidiado con una gran afluencia de migración sabe que a veces hay prácticas culturales que parecen muy lejanas para muchos estadounidenses. Kamala Harris permitió que 20.000 inmigrantes haitianos fueran llevados a un pequeño pueblo de Ohio”, de apenas 60.000 habitantes, dijo.
La campaña republicana basa gran parte de su discurso en la política migratoria, una de las grandes preocupaciones del electorado. De hecho, Trump prometió la mayor repatriación de migrantes de la historia.
Para Alvarado, “el mensaje de la Campaña MAGA (Make America Great Again) es uno de absolutismo y genera un sentimiento que da efervescencia a aquellas personas de bajos estudios a verse como héroes. Y teniendo acceso a herramientas de violencia se entregan a convertirse en mártires”, alertó.
En ese escenario, la división de la sociedad estadounidense genera una ola de fanatismo de los dos lados. Los discursos de odio se multiplican. Este domingo, el propio Trump, horas antes de ser víctima de un segundo intento de asesinato en tres meses, dijo que odia a la cantante Taylor Swift por su anunciado respaldo a su rival en las elecciones. “¡ODIO A TAYLOR SWIFT!”, escribió el expresidente, con mayúsculas y exclamaciones, en su red social Truth Social.
El odio no es gratuito. Trump ya fue víctima dos veces de lo mismo que genera con su habitual estilo provocador y ciertas posiciones extremas y polémicas. El mismo presidente Joe Biden debió salir a pedir disculpas tras el primer intento de magnicidio sufrido por el candidato republicano. Días antes, había llamado a poner “en la mira” a su entonces rival en la carrera por la Casa Blanca.
El terreno en el que está ingresando la campaña es “bastante peligroso”, resumió Alvarado.
A menos de dos meses de unas cruciales elecciones presidenciales, nadie se anima a vaticinar qué sucederá no solo durante lo que resta de la campaña, sino también la noche del 5 de noviembre, cuando se conozcan los primeros resultados oficiales. El fantasma del asalto del Capitolio del 6 de enero de 2021 está más vigente que nunca en el pensamiento colectivo norteamericano. Es el odio, estúpido.