Javier Milei le empezó a marcar un límite a Santiago Caputo para no detonar la relación con Mauricio Macri y ordenó que la SIDE deje de hurgar en la causa de espionaje ilegal que enfrentó el líder del PRO.
Luego de la serie de las milanesas en Olivos que compartió con Macri, Milei mandó al titular de la SIDE, Sergio Neiffert, a pedirle disculpas al principal sostén político que tuvo hasta el momento.
Según anticipó Clarín, Neiffert, que fue puesto por Caputo en la SIDE, le dijo a Macri que iba despedir a los dos funcionarios de la secretaría de inteligencia que pidieron información en la Justicia sobre la causa de espionaje ilegal.
La semana pasada, el abogado Ignacio Damián González se presentó ante el juzgado de Marcelo Martínez de Giorgi, con un poder firmado por las autoridades de la SIDE, para pedirle información en esa causa que comprometía a funcionarios del gobierno de Macri. El sector de Caputo también activó una campaña para reflotar en las redes la causa del Correo y amenazarlo con dejarlo afuera del negocio de la Hidrovía.
Ante el movimiento de tantos cables sensibles, Macri le dijo a Milei que iría por su asesor estrella, como anticipó LPO. En la misma semana hizo que el PRO le votara en contra del DNU que amplió los fondos reservados de la SIDE en $100 mil millones y a favor de la movilidad jubilatoria que golpea el plan económico del libertario.
La respuesta a Caputo no terminó allí. Como anticipó LPO, el macrista Cristian Ritondo presentó un pedido de informes ante la Comisión Bicameral de Inteligencia para que la SIDE responda con qué objetivo se presentó el apoderado de Neiffert, ante el Juzgado de Martínez de Giorgi.
La marcha atrás de Neiffert es entendida en el gobierno como un síntoma de los límites que Milei le comenzó a marcar a su asesor principal. «Empezó a soltarle la mano», dijeron a LPO altas fuentes del gobierno.
Quienes defienden a Caputo aseguran que Milei no tiene un reemplazo, pero sus detractores dicen que le sobran argumentos para buscar a otro asesor. El líder de los Peaky Blinders le complicó la relación con Macri y como consecuencia de eso se empezó a poner la lupa en el patrimonio de Milei.
Además Caputo ofendió a toda la oposición con el ataque de los trolls. Las consecuencias fueron visibles la semana pasada cuando el Congreso le asestó tres derrotas al hilo al Gobierno.
Martín Lousteau, enemigo de Milei, quedó al frente de la bicameral de la SIDE porque Caputo no quiso ceder ante Patricia Bullrich y Victoria Villarruel, que impulsaban al macrista Martín Goerling. Luego cayó el DNU de los fondos reservados y finalmente la oposición le exhibió en el Senado una mayoría aplastante, muy superior a los temidos dos tercios, al momento de votar la movilidad jubilatoria.
El costo político para el presidente de vetar un aumento para los jubilados ya empezó a sentirse: la policía de Bullrich reprimió una marcha de jubilados contra el veto, una imagen que no le conviene a ningún gobierno.
Caputo también despertó el recelo de Karina Milei, a quien el presidente considera su jefe. La hermana del presidente comenzó a mirar de costado al líder de los Peaky Blinders por es por el manejo de fondos y la pauta. Como adelantó LPO, Caputo puso a la consultora de prensa Alejandra Rafuls a manejar desde la informalidad la pauta de Banco Nación, YPF y otras cuentas del gobierno como la reactivada pauta oficial de AFIP.