Mariano Cúneo Libarona desató un escándalo en la Comisión de Mujeres y Diversidad de Diputados luego de decir que el gobierno rechaza «la diversidad de identidades sexuales que no se alinean con la biología»
«Son inventos subjetivos», dijo el ministro de Justicia, que había sido invitado a la comisión para «abordar diversas cuestiones vinculadas al cierre de la subsecretaría de Protección contra la violencia de género, políticas públicas en materia de géneros y diversidades», según las autoridades del cuerpo.
Sin embargo, el ministro no pudo concluir su idea porque su frase desató un bullicio fortísimo en el anexo del Congreso y la diputada radical Carla Carrizo lo cruzó en el acto. «Una cosa son sus opiniones personales y otra cosa es la ley. Usted es Ministro de Justicia y está obligado a aplicar las leyes argentinas, no importa lo que usted piense», sostuvo.
Los legisladores se desesperaron para repudiar las declaraciones del funcionario, que ratificó su postura y produjo más bronca aún.
El socialista Esteban Paulon le dijo que estaba casado con un hombre, un activista gay con el que había formado una familia, y era «insultante» que no contemplaran sus derechos. «No nos pueden gobernar con el Corán y la Biblia», expresó.
«Ministro, solamente le faltó decir que podíamos ser enfermos o volver a patologizarnos a muchos de nosotros», dijo el diputado Maxi Ferraro, de la Coalición Cívica. «Ministro, que ser gay -como lo soy- lesbiana, travesti, transexual, en los ´90, pero también en principios de los 2000, y en la actualidad, estuvo siempre asociado a la ignominia, a la discriminación en nuestras casas, en los ámbitos laborales, en el ámbito de la política, que muchas veces tuvimos que enfrentar asimetrías en la relación en términos de la desigualdad y también en el trato, usted no lo puede desconocer. Se lo digo de corazón y con sinceridad, porque usted es la máxima autoridad del Ministerio de Justicia y usted ha dicho una barbaridad», dijo Ferraro.
La intervención de Cúneo detonó cualquier posibilidad de que los legisladores atendieran a sus argumentos sin confrontar. «Vino a provocar y agredir», sostuvo una diputada ante LPO.