Una joven murió después de tomar un milkshake y las autoridades sospechan que su exnovio la envenó. Vitória Conceicao tenía 23 años y había denunciado a su expareja en reiteradas ocasiones ya que él se negaba a asumir que la relación había terminado.
El hecho ocurrió en Brasil el pasado fin de semana, pero la mujer murió este lunes, después de agonizar durante varias horas, con un intenso malestar por intoxicación. El acusado, Deivid Nascimento Santana, fue detenido el martes por el delito de femicidio.
Según informó la Policía, la víctima era madre de un nene de 4 años y había pedido protección a la Justicia por los acosos, amenazas y agresiones que recibía por parte de su ex desde que había decidido ponerle fin a la relación. Actualmente ella estaba en pareja y una semana antes del envenenamiento, Deivid intentó atacarla con un cuchillo.
El plan macabro del envenenamiento
Tal como informaron los investigadores, el hombre había premeditado el crimen. Días atrás convenció a un empresario de que contrate a la víctima para un trabajo de limpieza, con la excusa de que quería impresionarla con una propuesta de matrimonio sorpresa.
En su declaración, el empresario contó que Deivid se presentó ante él como “Leandro”. Cuando la joven estaba cumpliendo su turno, él le acercó el licuado que había comprado en un local cercano y le dijo: “Dáselo. Es de frutilla, el que más le gusta. No le digas que fui yo quien se lo envió”.
La víctima no sospechó nada y tomó la bebida. Incluso llegó a compartir una foto del batido a medio terminar en sus redes sociales. Ahora, la justicia brasileña busca determinar si había veneno para ratas en el fondo del vaso.
Las cámaras de seguridad lo dejaron en evidencia
Las cámaras de la zona capturaron la imagen de David en el bar recibiendo la bebida y luego ingresando a un domicilio cercano con el batido en la mano, antes de entrar, se observa que comienza a retirarle la tapa. Unos minutos después sale con el mismo batido y se dirige a su encuentro con el empresario.
La Policía Civil sospecha que Deivid le puso veneno para ratas al vaso en ese momento y se encuentran realizando las pericias necesarias para confirmar la hipótesis.
El acusado tenía una orden de restricción y no podía acercarse a la víctima, por eso los investigadores creen que utilizó al menos a otras dos personas para hacerle llegar la bebida envenenada. Uno era el empresario que contrató el servicio de limpieza para que lo realizara la víctima y el otro el que hizo el contacto entre la víctima y el empresario.