Con las cuentas en rojo, Javier Milei tuvo que dar marcha atrás con el cierre de Télam. El gobierno creó una sociedad residual para los empleados que no aceptaron los retiros voluntarios y que tampoco seguirán en la empresa de contenidos ni publicidad.
El cierre de Télam fue el principal anuncio de Milei durante la apertura de sesiones ordinarias. Sin embargo, en dónde había una sola empresa, el gobierno terminó creando tres.
Tal como ocurrió con los retiros voluntarios en los medios públicos, en el Ministerio de Economía se dieron cuenta de que no tenían los recursos para pagarle a los empleados que no quisieran continuar la relación laboral.
Los sindicatos habían conseguido que una parte de la planta de Télam siguiera generando contenido noticioso. Son cerca de 90 personas, que pasaron a una de las nuevas sociedades. Además, algunos trabajadores continuarán en la compañía para gestionar la pauta publicitaria oficial.
El resto de los empleados seguirán ligados a la empresa, pero desde el gobierno no les asignarán tareas. Serán parte de una sociedad residual hasta que sean reubicados en el Estado san contratados por una empresa privada.
El gobierno garantizará el sueldo por 12 meses y si luego de transcurrido ese tiempo el trabajador no es reubicado, entonces el estado deberá indemnizarlo.