Santiago Caputo nombró al frente de la flamante Agencia Federal de Ciberseguridad a Ariel Waissbein, un experto en blockchain que trabajó en el Ministerio del Interior durante la gestión de Mauricio Macri. Esta designación alimentó las versiones que el gobierno de Milei utiliza criptomonedas para pagar la operación de los trolls en las redes.
Luego de su nombramiento, Waissbein borró su perfil profesional de Linkedin y reapareció en la comunicación oficial con nueva imagen: dejó los anteojos y el corte nerd, para presentarse con melenita estilo Redondo y mirada recia de espía.
Waissbein es un matemático experto en criptomonedas. En su momento LPO reveló que Caputo le pidió aportes a empresarios afines a Milei para operar en las redes, pero según comentó uno de los contactados, habría pedido que sea en criptomonedas «para no dejar rastros».
El principal asesor de Milei se obsesionó con el espionaje y por estas horas busca a toda costa evitar que la oposición se quede con el control de la Comisión Bicameral de Inteligencia para que no investiguen los manejos de la SIDE con los fondos reservados.
Caputo fue el autor intelectual de la disolución de la AFI y la creación de la nueva estructura que incluye cuatro «agencias» dentro de la SIDE, con nombres ampulosos y logos con esa estética de comic distópico que atrae a los libertarios. LPO fue el primer medio en anticipar que Caputo iba por la SIDE y para eso sumó el apoyo del Coti Nosiglia.
La obsesión de Caputo por el manejo de la inteligencia ya había quedado en evidencia con la salida de Nicolás Posse, que tenía el control de la estructura y pulseaba con el asesor. Tras su renuncia, Caputo ubicó al frente del organismo a Sergio Neiffert, un amigo de su padre sin experiencia en el rubro.
Al contrario de lo que hizo la gestión de Alberto Fernández, Caputo quiere potenciar la SIDE porque desde allí manejan, entre otras cosas, la relación con periodistas, trolls e influencers libertarios a través de los fondos reservados. Un experimentado consultor de medios confirmó a LPO que el gobierno paga entre 500 mil pesos y un millón por cada tuit favorable que publican periodistas e influencers famosos.
La decisión de Caputo de evitar que Emilio Monzó asuma como presidente de la Bicameral de Inteligencia no es casual. El asesor de Milei no quiere que la oposición -aunque sea dialoguista- tenga una herramienta institucional para tratar de mirar que se está haciendo con los fondos reservados de la SIDE.
En la política es un secreto a voces que desde la AFI se financia a la banda de los trolls que lidera Santiago Caputo, encargada de hostigar a periodistas y opositores. Acaso por casualidad coincidió con la toma de control de Caputo por la AFI la transformación de su mano derecha, el troll libertario «Gordo Dan», en empresario de medios.
Dan, que no registra antecedentes como empresario ni como periodista, fundó el canal de streaming libertario «Carajo» junto al empresario misionero Augusto Marini. En ese espacio incluso participan actuales funcionarios del área de medios del gobierno, como el troll libertario Juan Doe, director de Comunicación Digital de la Presidencia.
La obsesión por los servicios llegó al punto de que, según reveló el periodista Javier Calvo en Perfil, Caputo está armando reuniones de madrugada y a oscuras en la Rural. El asesor además empoderó a la abogada María Laura Gnas para manejar el día a día de la Side.
Es en este contexto de cierto descontrol en el manejo de los fondos reservados, se entiende que Caputo no quiera saber nada con que Monzó presdida la Bicameral de Control de los Servicios de Inteligencia. El diputado pertenece además a un bloque que es víctima habitual del ataque de los trolls libertarios.
La comisión bicameral tiene poder de investigar a los servicios de inteligencia y citar a los agentes, por lo que también para el gobierno es clave asegurarse contar con una mayoría de legisladores afines que frene cualquier decisión incómoda para el gobierno.
