La ultraderechista Vox rompió este jueves sus pactos de gobierno con el Partido Popular (PP, conservador) en las regiones de España en las que gobiernan juntos. Lo hizo en rechazo al acuerdo que el PP alcanzó con el ejecutivo del socialista Pedro Sánchez para la reubicación de 400 menores migrantes.
La extrema derecha deshizo así los acuerdos de las regiones de Aragón, Extremadura, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Murcia e Islas Baleares.
Vox venía advirtiendo sobre la ruptura de pactos si el PP votaba a favor de recibir a este grupo de menores que se encuentran en las Islas Canarias, donde hay 5500 niños y adolescentes extranjeros que llegaron a territorio español sin sus padres. Sostienen que los servicios de acogida están desbordados.
Qué dijo el líder de Vox, Santiago Abascal
En cinco de las seis comunidades, ambos partidos gobernaban hasta ahora en coalición. Solo en Baleares, el PP lo hacía en solitario con el apoyo de Vox.
La decisión fue anunciada por el líder del partido, Santiago Abascal, en una declaración sin preguntas ni presencia de medios de comunicación, después de una reunión de la comisión nacional del partido en su sede de Madrid.
El líder del Vox dio a conocer así que su partido se retira de los gobiernos de Castilla y León, Aragón, Comunidad Valenciana, Extremadura y Murcia con la dimisión de sus vicepresidentes, para pasar a ser en estas comunidades una oposición “leal y contundente”. También rompió el pacto de apoyo vigente en Baleares.
“Es imposible pactar con el que no quiere hacerlo”, argumentó Abascal. El dirigente de extrema derecha, amigo de Javier Milei, acusó al líder del PP, Alberto Nuñez Feijóo, de pretender “imponer políticas de fronteras abiertas” y advirtió de que “nadie ha votado” a Vox ni al PP para que se mantenga la “invasión” de emigración ilegal y de menores no acompañados en España.
El PP gobierna en 12 de las 17 regiones españolas, en 6 de ellas mediante acuerdos con Vox, hasta ahora. El miércoles el partido acordó con el Gobierno central la reubicación voluntaria en toda España de 400 menores migrantes no acompañados. La mayoría de ellos se encuentran en las Islas Canarias, el archipiélago al que llegan en pequeñas embarcaciones precarias procedentes de la costa atlántica africana.
