Mayra Mendoza tuvo un cruce con Jorge Ferraresi en el salón de los acuerdos de la Casa de Gobierno. Fue durante la firma de contratos de leasing organizado por el gobierno de la provincia. «Sos un cagón», le dijo la intendenta de Quilmes a su par de Avellaneda, quien no le contestó y le bajo la mirada.
El lunes, Ferraresi jugó fuerte y organizó un acto en Quilmes, territorio de La Cámpora. El intendente es uno de los referentes del peronismo que en los últimos meses viene lanzando durísimas críticas a Máximo Kirchner y su rol en el PJ bonaerense.
El acto en Quilmes fue algo deslucido. Poca militancia y dirigentes con escasos votos. Sin embargo, generó malestar en Mendoza, una intendenta muy cercana a Cristina y Máximo que empezó a sonar como posible candidata a gobernadora.
Mayra llegó furiosa a la firma de contratos leasing para la compra de bienes de capital en La Plata. Es que se habían convocado sólo 10 intendentes para el acto y entre ellos estaba la intendenta y Ferraresi. Es que apenas habían pasado 24 horas del acto en Quilmes.
Según pudo reconstruir LPO, Mayra llegó cuando la reunión ya había comenzado. Ingresó seria al salón de los Acuerdos y no saludó ni al gobernador ni al resto de los intendentes. Pero, además, cuando firmó, miró a los presentes y les dijo: «esto traerá consecuencias».
Tras la firma de los contratos, Mayra y Ferraresi tuvieron un cruce. «Sos un cagón», le dijo la intendenta. Algunos intendentes del interior miraban desconcertados la escena.
«No es sólo contra Mayra o contra La Cámpora. Lo mismo le hicieron al Frente Renovador en San Fernando y a Gustavo Menéndez en Merlo. Kicillof no puede estar ajeno a estas movidas», dijeron desde La Cámpora.
Es que, en parte, el malestar de Mendoza tiene que ver con la invitación a un acto junto a Ferraresi apenas unas horas después del acto en Quilmes. «Son provocaciones. Arman un acto contra Mayra en Quilmes y al otro día nos llaman para sacarnos una foto como si no hubiese pasado nada», aseguran desde el entorno de Mayra. «Todo esto es un error político porque lo único que hace es romper el peronismo de la provincia y distanciar a los intendentes», agregan.
La semana pasada trascendió una reunión entre Cristina Kirchner y Ferraresi en el Instituto Patria, aunque desde ambas partes se ocuparon de desmentirla. Según la versión que circuló en el peronismo bonaerense, el intendente pidió una audiencia con la ex presidenta para explicarle que las críticas iban dirigidas a Máximo, pero no a ella.
Sin embargo, empieza a quedar claro en el peronismo es que es muy difícil separar la discusión de poder. El planteo es claro: cuestionar a Máximo es cuestionar a Cristina
Mientras tanto, Kicillof ya le puso fecha a su próximo acto político desde donde se proyecta como candidato presidencial. Será el primero de julio, cuando se cumplan 50 años del fallecimiento de Juan Domingo Perón y todo indica que el escenario será la histórica Quinta de San Vicente.
El gobernador viene consolidándose como uno de los mandatarios más críticos del gobierno libertario. Su agenda es frenética: fotos con ministros y e intendentes para denunciar el recorte de fondos de la Casa Rosada sobre la provincia.
Fotos con el Papa Francisco en Roma. Actividades de gestión en donde muestra la importancia del rol de Estado como la antítesis del discurso de Milei.
