El senador Martín Lousteau anunció este mediodía, mientras informaba a la Cámara Alta sobre su dictamen, que votaría contra el proyecto oficialista. «Este gobierno solo envió dos megaleyes y, cuando le dije a un funcionario del gobierno que era muy difícil de tratarlo así, me dijo que estaba hecho a propósito», expresó.
Entre sus críticas al expediente libertario, mencionó que «tiene más vicios que virtudes». «En esta ley a las grandes empresas se les da todo, ahora, ya y para siempre, pero los jubilados tienen que esperar», sostuvo, y agregó: «Para las grandes empresas hay menos impuestos y previsibilidad por 30 años y, en el paquete fiscal, para los multimillonarios hay menos impuestos y estabilidad por 15 años, pero los jubilados que aportaron 30 años no saben cuánto van a cobrar el mes que viene».
Lousteau intervino en la sesión después que Bartolomé Abdala anunciara los cambios que introdujo el oficialismo en el dictamen de mayoría, excluyendo a Aerolineas, el Correo y RTA de las empresas privatizables y eliminando los artículos que suprimían la moratoria previsional del año pasado y las pensiones por invalidez.
Con un largo discurso, apuntó al nudo del relato de Javier Milei, al referirse a los próceres que destaca en sus discursos. «Este es un gobierno que se llena la boca hablando de Alberdi y Julio Argentino Roca, cuelgan cuadros por toda la Casa Rosada, pero cuando tienen que redactar las bases de la nueva Argentina no incluyen un solo artículo que hable de la educación», dijo, y aseveró: «Son liberales para decorar edificios públicos pero nunca para redactar leyes».
Mientras se explayaba el radical, los libertarios persistían en sus intentos por quebrar la unidad de los peronistas. «Francos podría revolear una rutita al Norte del país para ver si se suma algún peronista, si hay mucha fiebre», le dijeron a LPO en un despacho aliado.
La insistencia en la búsqueda de apoyos entre los legisladores que responden a los gobernadores del PJ cercanos a la Casa Rosada acaso traduce este miércoles el nerviosismo por la paridad, clavada al cierre de esta nota en 36 votos en contra y 36 a favor. En los pasillos del Congreso se comenta que el senador Maximiliano Abad, quien hasta anoche no había definido su postura, se habría inclinado por el voto por la afirmativa.
En tanto, el presidente de la UCR cargó también contra «los privilegios» que blinda la ley Bases. «Este proyecto no pudo ser defendido ni por los propios funcionarios de gobierno, ni por ningún experto en las comisiones y solo recibió cambios cosméticos pero, en el fondo, no cambió nada de su espíritu original», se quejó.
Por lo demás, buscó protegerse de las acusaciones de trabar la gestión, cuando adujo que no pretende hacer la «máquina de impedir, ni seguidismo bobo».
En ese sentido, recordó que Milei «llegó a sostener que no debe haber políticas de prevención ni atención en salud mental porque ‘quien quiera reventarse consumiendo droga o suicidarse puede hacerlo sin asistencia del estado'». «¿En serio este congreso le va a dar facultades delegadas a un presidente que tiene esta concepción del Estado y de lo público?», preguntó.
Bajo esa perspectiva, anunció: «voy a votar en contra de la ley bases como está», y apeló a una frase de Leandro N Alem, por ser «uno de los pocos radicales al que el Presidente le reconoce mérito». «No hay, no puede haber buenas finanzas, donde no hay buena política», concluyó.
