Como parte del programa de miseria planificada de La Libertad Avanza, el freno de la obra pública pegó de lleno en cada una de las provincias del país con la destrucción de miles de puestos de trabajo. Según los datos analizados por el Instituto de Estadísticas y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric), ya se perdieron 90.000 empleos sectoriales.

¿Hay que dejar de comer?

Durante el cuarto mes del año, las dieciséis divisiones de la industria manufacturera presentaron caídas interanuales. El rubro Alimentos y bebidas es el que posee la mayor ponderación dentro del indicador. La caída productiva de este rubro fue del 9% interanual. Este dato se condice con otro: las familias recortaron gastos en la compra de comida.

Según los datos de la consultora Scentia, la caída del consumo durante abril fue del 13,8%, con un acumulado en el año que llegó al 7,2%. En el caso de los grandes supermercados, el rubro alimentos tuvo un descenso de 12.9%, mientras que en los comercios de cercanía, la baja fue del 6,5%. La situación se repitió durante mayo, con una posible merma de dos puntos porcentuales, según publicó El Destape.

La licuación del poder adquisitivo de la población – otro elemento central del programa de Milei – se traduce en familias que dejan comprar alimentos. El Centro de Investigación y Formación de la CTA (CIFRA) informó que la caída del salario real se derrumbó un 15% en lo que va del Gobierno de Milei. El hambre como política de Estado.

 

El Destape