Axel Kicillof comenzó a presionar a los jueces de la Corte Suprema para que tomen postura respecto de las presentaciones que hizo el gobierno provincial ante el recorte de fondos de la Casa Rosada. «Es el Máximo Tribunal el que tiene que resolver el conflicto porque en este caso no lo puede resolver la política», dijo.
La presión no sólo es declarativa sino que el gobernador anunció además nuevas presentaciones ante la Corte. La estrategia para ser llenar la mesa de entradas del Palacio de Tribunales de presentaciones contra las medidas de Milei.
«Hoy creo que firmo dos denuncias más al gobierno nacional ante la Corte Suprema que están vinculadas a fondos que se manoteó Milei diciendo que eran fondos discrecionales o que simplemente los discontinuó cuando no es legal hacer eso», dijo Kicillof en Futurock.
En concreto, estas nuevas presentaciones tienen que ver con la recomposición del Fondo de Incentivo Docente (FONID) y las deudas por Fondo Compensador del Transporte.
«Ya lo hicimos en base a la discusión del Fondo de Fortalecimiento Fiscal. Lo estamos haciendo pronto por ATN, que se debería distribuir entre provincias y ahora lo vamos a hacer por Fondos de Transporte», agregó.
La presión sobre los jueces es clara: «todo lo que no corresponde que el gobierno nacional se apropie debemos discutirlo ante la Corte Suprema. Es el Máximo Tribunal el que tiene que resolver los conflictos entre las provincias y Nación, porque en este caso no lo puede resolver la política», dijo Kicillof.
El gobernador necesita de una resolución de la Corte como salida ante un escenario por demás oscuro. LPO contó que la semana pasada el ministro de Economía de la provincia, Pablo López, mantuvo una reunión con los gremios estatales y les planteó que los aumentos estarán por debajo de la inflaión.
En esa reunión, el funcionario les dijo que a los sindicalistas que el pago de salarios no está en peligro pero les advirtió que la provincia no podrá seguir acompañando aumentos a la par del ritmo inflacionario como lo hizo hasta ahora.
La situación es por demás complicada. La recaudación provincial cayó un 20% debido a la recesión y los recursos discrecionales que llegaban del Gobierno se cortaron. Además, las posibilidades de contraer deuda son prácticamente nulas toda vez que requieren de una autorización de Luis Caputo.
Las próximas negociaciones salariales serán muy distintas a las de los últimos cuatro años donde no existió conflictividad alguna. Los principales sindicatos docentes (Suteba y la FEB) y los estatales (UPCN, Fegeppba y ATE) nunca hicieron planteos contundentes en reclamo de mejores salarios.
Por eso, Kicillof llega a la Corte la discusión por el Fondo de Incentivo Docente (FONID), un plus que significaba el 10 por ciento del salario de los maestros. Ese fondo lo pagaba Nación a través de giros a las provincias.
En el caso de Buenos Aires, Kicillof costeó con fondos bonaerenses el pago del FONID de febrero pero dejó en claro que no podría hacerlo en los meses siguientes. Así lo hizo y desde marzo los más de 500.000 docentes de la provincia sufrieron una baja en sus haberes que rondó entre $30.000 a $40.000 menos.
