Cada cuánto cambiar la contraseña de Instagram y por qué es importante hacerlo

En la era digital, donde la vida humana está cada vez más entrelazada con la tecnología, la seguridad cibernética se ha convertido en una prioridad clave. Una de las prácticas más básicas, pero esenciales para proteger la información personal, es cambiar regularmente las contraseñas en plataformas en línea o redes sociales, como Instagram.

Por esto, ante la pregunta, ¿con qué frecuencia se debe hacer y por qué es tan importante? A continuación profundizamos con voces de expertos sobre este tema vital para la seguridad en línea.

Según expertos en seguridad cibernética como el Centro Nacional de Seguridad Cibernética del Reino Unido (NCSC), cambiar las contraseñas regularmente es una medida de seguridad fundamental.

La clave que tenemos en alguna red social es el escudo para que no se vulnere la información privada. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Instagram, al ser una de las plataformas de redes sociales más utilizadas a nivel mundial, es un objetivo atractivo para los piratas informáticos que buscan acceder a información personal y, potencialmente, a datos sensibles de los usuarios.

De acuerdo con expertos, se recomienda cambiar las contraseñas al menos cada tres meses para mantener la seguridad de las cuentas en línea.

Este periodo de tiempo radica en la naturaleza dinámica de las amenazas cibernéticas. Los piratas informáticos están constantemente evolucionando sus métodos y técnicas para eludir las medidas de seguridad.

Al cambiar las contraseñas regularmente, los usuarios dificultan el acceso no autorizado a sus cuentas, debido a que incluso si un pirata informático logra obtener una contraseña, esta podría ser obsoleta en poco tiempo.

Los ciberdelincuentes aprovechan descuidos como dejar una misma clave para todas tus cuentas, y así poder robar información sensible.(Imagen Ilustrativa Infobae)

El sitio web de tecnología CNET señala que la reutilización de contraseñas es otro riesgo importante que se puede mitigar al cambiarlas con regularidad.

Muchos usuarios tienden a utilizar la misma clave en múltiples plataformas en línea, lo que significa que si una clave se ve comprometida en un sitio, todas las demás cuentas que utilizan esa misma contraseña podrían estar en peligro.

Cambiar la contraseña de Instagram periódicamente ayuda a evitar este riesgo al garantizar que incluso si una contraseña se ve comprometida, su validez se limita a un período de tiempo específico.

Si no recuerdas tu contraseña Instagram tiene varias formas de reestablecerla. (Foto: captura)

Otro factor crucial a considerar es la importancia de utilizar contraseñas sólidas y únicas. El Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) de los Estados Unidos recomienda el uso de contraseñas largas y complejas que sean difíciles de adivinar o descifrar mediante ataques de fuerza bruta.

Sin embargo, recordar contraseñas complejas para cada cuenta puede resultar desafiante. Cambiar las contraseñas regularmente también brinda la oportunidad de actualizarlas y fortalecerlas, lo que mejora aún más la seguridad de la cuenta de la red social.

Por supuesto, cambiar las contraseñas no es la única medida de seguridad que los usuarios de Instagram deben tomar. La autenticación de dos factores (2FA) es otra capa de protección recomendada por expertos en seguridad.

Verificiaciones exhaustivas son primordiales para prevenir ataques cibernéticos. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Al habilitar la autenticación de dos factores, se requiere un segundo método de verificación, como un código enviado a un dispositivo móvil, además de la contraseña, lo que dificulta aún más el acceso no autorizado.

Es importante tener en cuenta que el riesgo de seguridad no se limita únicamente a las cuentas de los usuarios individuales. Las cuentas de empresas y organizaciones también pueden ser blanco de piratas informáticos, lo que podría resultar en consecuencias devastadoras, como la pérdida de datos confidenciales o la interrupción de servicios.

Por lo tanto, es imperativo que las empresas adopten prácticas de seguridad sólidas, que incluyan la implementación de políticas de cambio de contraseña regular y la capacitación del personal en medidas de seguridad cibernética.