Un avión ruso de transporte militar Il-76 con quince personas a bordo se estrelló este martes en la región de Ivánovo, en el centro de Rusia,.
La catástrofe ocurrió poco antes de la 13.00 y habría sido provocada por el incendio en uno de sus motores, según informó el Ministerio de Defensa de Rusia.
La nota oficial da por muertos a los quince ocupantes, ocho tripulantes y siete pasajeros, que efectuaban un vuelo de instrucción tras despegar el aeródromo Séverni.
En videos publicados en las redes sociales se puede ver el avión con una de sus alas envuelta en llamas. El Il-76 se precipitó contra la tierra en una zona boscosa cerca de un cementerio en el norte de la capital regional, a menos de 300 kilómetros de Moscú.
El piloto intentó reconducir el avión y realizar un aterrizaje de emergencia en el aeródromo, pero fue incapaz de enderezar el rumbo y evitar que el aparato se estrellara.
La comisión de investigación del mando central de las Fuerzas Aéreas rusas se desplazó al lugar para esclarecer las causas de la tragedia.
Rusia reporta ataques de drones ucranianos dentro de su territorio
La tragedia coincidió con un ataque masivo con drones por parte de Ucrania contra una decena de regiones rusas, en vísperas de las elecciones presidenciales en este país. A finales de enero un Il-76 ruso con 65 prisioneros ucranianos a bordo fue derribado supuestamente por Kiev en la región de Bélgorod, según denunció el Comité de Instrucción de Rusia.
Uno de los drones ucranianos alcanzó y prendió fuego a una refinería de petróleo en la región de Nizhny Novgorod, según el gobernador, Gleb Nikitin. La provincia está a unos 775 kilómetros de la frontera con Ucrania. Otro dron alcanzó un depósito de petróleo en Oryol, a 116 km de Ucrania.
En otra operación de largo alcance, un avión no tripulado fue derribado en la región de Moscú, explicó el alcalde de la capital, Sergei Sobyanin. Aunque fue abatido bastante al sur del centro de la ciudad, estaba cerca del aeropuerto Zhukovsky, uno de los cuatro aeródromos internacionales de Moscú.
Los ataques parecían evidenciar la creciente sofisticación de la tecnología de drones ucraniana y su intención de llevar la guerra territorio ruso tras la invasión a gran escala de las tropas del Kremlin que comenzó el 24 de febrero de 2022. El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, dijo el año pasado que su país había desarrollado un arma que podía alcanzar objetivos a 700 km de distancia, en una aparente referencia a los drones. Ucrania también aumentó el uso de drones marítimos en el Mar Negro, donde afirma haber hundido varios buques de guerra rivales.