Mirtha Legrand cumplió 97 años y, como siempre, lo celebró junto a familiares y amigos. Además, este año llevó adelante las grabaciones de sus almuerzos, y tuvo un festejo previo de su día especial en la mesa que se emitirá este domingo.
En una entrevista exclusiva con Telenoche (eltrece), la conductora explicó que le encantó hacer su programa en esta fecha: “Empecé el día trabajando, pero feliz. Es una mesa lindísima con gente cariñosa, afectuosa y cálida. Es muy lindo”. Además, destacó el cariño que recibe de todo el mundo, hasta de la prensa: “Había periodistas cuando salí de mi casa, periodistas cuando vuelvo. Estoy muy dispuesta hoy”.
Sobre la fiesta, detalló que había invitado a 50 personas y, entre risas, disparó: “No sé en dónde los voy a meter”. Al ser consultada por la tradición de cambiar de vestido en plena fiesta de cumpleaños, Mirtha comentó: “Soy muy coqueta, me gusta mucho la ropa y estoy bien de figura. Por eso me cambio los vestidos. Hago una entrada triunfal y cuando llego al comedor de casa todos aplauden. Es un esfuerzo, pero me encanta”.
“A veces Marcela me dice ‘Ay, mamá, no hagas eso’, pero yo no lo hago daño a nadie y a mí me da felicidad. Esa es mi personalidad”, explicó respecto a la tradición de lucir un outfit distinto en el momento del brindis.
El importante pedido que Mirtha Legrand les hizo a sus invitados
Mirtha Legrand eligió hablar con TN en los primeros minutos de su cumpleaños. Con mucha alegría, agradeció por tener buena salud y sorprendió a los televidentes con una revelación: explicó por qué no quiere que le regalen nada esta noche.
Consciente de la crisis económica que afecta a la Argentina, expresó: “No quiero que traigan nada porque está todo muy caro, pero seguramente alguno va a venir con regalitos. Yo sé que es un esfuerzo y tengo de todo”.
En los últimos años, la diva recibió varios obsequios costosos, aunque el conteo final siempre arroja productos muy variados. “Por ahora recibí muchas flores, pero siempre me regalan de todo. Perfumes, libros discos, jabones. Tampoco hay que comprometer a la gente. Yo aprecio todo, los regalos importantes y los que no. Siempre es una molestia del que regala”, dijo en sus 95.