Rocío Marengo tuvo que pedir perdón por filtrar detalles del megafestejo de cumpleaños de Felipe y Marta Fort. Después de que le advirtieran que “era secreto”, la actriz se disculpó públicamente con su sobrina política.
Los Fort se reunieron este miércoles para celebrar el casamiento de Maca Fort. En diálogo con Intrusos (América) hablaron de todos los temas, pero al parecer Marengo se fue de boca.
Al ser consultado acerca de cómo se encontraba, Felipe respondió: “Todo bien, fantástico, increíble”. Respecto a la ausencia de su hermana, explicó: “Martita está en Orlando, vacacionando un poco”.
Fue entonces, que Marengo intervino: “Martita está con Mari, que es de la familia, así que están allá. Porque ahora viene el cumple de ellos, así que se viene un festejito en Nueva York, ¿no?”. Felipe se limitó a asentir.
Al ver la incomodidad del joven Rocío preguntó: “¿No querías decirlo?”. “Era secreta la historia”, le advirtió su pareja, Eduardo Fort. Al ver que había hablado de más, la actriz expresó: “Perdoname, Martu, perdoname”. E inmediatamente, desde el estudio cambiaron de tema.
Eduardo Fort opinó sin filtro sobre cómo es su sobrino Felipe como empleado de la empresa familiar
Eduardo Fort dio una nota junto a su sobrino Felipe, donde contaron cómo se llevan trabajando juntos en la empresa familiar y lo calificó como empleado.
En diálogo con el móvil de Intrusos (América) y después de un divertido ida y vuelta, el cronista tomó la posta y destacó que tío y sobrino trabajan juntos en la empresa familiar. “Felipe me habló muy bien de vos, trabaja con vos, se siente muy a gusto. Me imagino que debe ser un orgullo”, comentó.
El empresario asintió: “Es un orgullo, pero además es una obligación cuidar a los hijos de mi hermano y es un privilegio que tengo poder hacerlo. Estoy contento con los sobrinos que tengo”.
El periodista aprovechó para preguntar cómo era el joven como empleado y su tío fue tajante: “Bien… Mejor sobrino que empleado. Necesita un poco más de rodaje, de presencia… Necesita un poquito más… pero ya va a aprender. Todos fuimos chicos y todos siempre estuvimos esquivando el trabajo”.
Al escuchar los dichos de Eduardo, Felipe lo cruzó: “¿Decime si no doy buenas ideas? Vos las hacés, yo te las digo”. “Sí, buenas ideas sí. Algunas sirven, otras no, pero…”, cerró sin concluir la frase porque la flamante pareja salía del registro civil.