Puede que el rock and roll no esté de moda, pero tampoco está agonizando. No importa cuando leas esto: siempre hay una banda nueva de La Plata a la que deberías prestarle atención. La ciudad sigue siendo la meca del género y cada año agiganta el listado de sus artistas destacados.
Aunque quedaron atrás esos días en los que daba la impresión que todos los adolescentes platenses tenían su propio grupo, el sonido eléctrico todavía sale de los garajes y recorre las diagonales. Uno de los sellos que atesora esa música desde hace más de dos décadas es Laptra, la discografía que aviva el fuego que construyó en 2003 y que todavía funciona como un imán de lo nuevo.
La historia de este colectivo de artistas bisagras para el indie local se celebra este sábado en el centro cultural Konex –todavía quedan algunas entradas generales-. El festejo es a lo grande y reúne a 107 Faunos, Antolín, Bestia Bebé, Las Ligas Menores, Hojas por el Barrio, Javi Punga, Koyi, Media Hermana, Reno, Santi Motorizado, Tigre Ulli y Nina Suárez –hija de Rosario Bléfari y autora de Algo para decirte, el discazo revelación del año pasado-.
Así se forja una escena
Horas antes de que se empiece a copar los dos escenarios ubicados en el centro cultural del Abasto, Javier Sisti Ripoll, también conocido como “El Gato”, creador del sello y uno de los cantantes de 107 Faunos, y Lucas Jaubet, la voz de Hojas por el Barrio, conversaron con La Viola.
Para entender la historia de Laptra hay que retroceder hasta principios del milenio, cuando ocurrió un fenómeno inédito en La Plata: la explosión de sellos discográficos. Uf Caruf!, Cala Discos, Triple RRR, Concepto Cero, Mandarinas Records, Dice Discos, Caracol Rojo y más… todos con apuestas más que interesantes.
“Éramos un grupo de chicos y chicas muy grande en el que teníamos muchas bandas en común. Laptra fue creada como una instancia que nos represente a todos y que a la vez organice las tareas más complejas y abstractas de la edición musical”, sostiene Sisti Ripoll, que también formó parte de la primera formación de El Mató a un Policía Motorizado. Y agrega: “Nos pareció natural la idea de un sello que nos agrupe; como un linaje, un criterio de curaduría”.
Así surgió un emprendimiento que se desarrolló con base en el asociativismo y la colaboración -“un poco por necesidad y otro poco por gusto”, admite Javier-, donde quedó claro que la unión hace la fuerza.
Poco a poco fueron apareciendo señales de que estaban consolidando una escena fértil. “El primer disco de Koyi en 2001: el primer disco de El Mató, que editamos con nuestra marca, en 2004; la entrada de Go Neko! 2005; la entrada de Las Ligas Menores 2009; la primera gira de El Mató por Europa en 2010; la primera gira de 107 Faunos y Go Neko! por Europa en 2013″, enumera el fundador del sello como los grandes hitos de su criatura pluricelular.
La sensación es que cada conquista de una banda es un triunfo para todo el colectivo. 21 años después de la fundación del sello, hay un sentido de pertenencia total entre quienes la integran y participan de sus propuestas –como la producción de merchandising, incluido un álbum de figuritas, y la posibilidad de presentarse en el exterior-. No hay
La unión hace la fuerza
Lucas Jaubet primero fue testigo de este rock artesanal y a veces low-fi en el que convivían varias musas como The Velvet Underground, Yo la tengo, y Sonic Youth, pero también artistas locales tan distintos como Fun People, Ataque 77 y Viejas Locas.
Como gran parte del piberío de principios de los 2000, veía algo en común en las contratapas de los discos de la escena: el logo de Laptra, con la imagen de un tigre blanco. “Vi el surgimiento de El Mató, 107 Faunos, Grupo Mazinger… Y bueno, nos fuimos haciendo amigos de los chicos. Una trasnoche, creo que en el 2010, nos propusieron que nos sumemos. De ahí en adelante se nos abrieron un montón de puertas”, cuenta el cantante sobre la inclusión de Hojas por el Barrio –en ese entonces Hojas Secas- en el vasto catálogo de la discográfica.
El sello también sirvió como puente para la unión de músicos que no necesariamente eran de la zona. “Las bandas de La Plata empezaron a hacerle el aguante a las de Capital cuando viajaban y al revés pasaba exactamente lo mismo. Nos prestábamos las cosas. Me acuerdo como nos recibían ‘Go-Neko!’ y ‘Tom y la Bestia Bebé’, la precuela de Bestia”, recuerda el cantante. Y añade: “El sello nos sirvió para a entender de qué va la independencia y cómo un grupo cerrado, ayudándose entre sí, puede crecer sin ayuda de una empresa privada o el Estado”.
Esta unión se podrá disfrutar en el escenario del Konex, donde Lucas se subirá junto a Hojas por el Barrio como vienen haciendo desde el 2012 en el primer FestiLaptra- cuando hicieron una versión memorable de “Un’estate italiana”, el tema del Mundial 90-.
Doce bandas que no suelen estar en las grillas de los grandes eventos ni tienen hits sonando en las radios de moda se estarán presentando desde las 18 en un centro cultural repleto; una señal de que el rock de guitarras y la música independiente todavía son un refugio para miles y miles de personas. La intención no es saltar al mainstream, sino conservar lo underground.